La dislexia es un trastorno del desarrollo que normalmente aparece en edades tempranas y persiste en la edad adulta, atenuado gracias a las estrategias de compensación. A pesar de que no tiene nada que ver con la inteligencia, suele dificultar el aprendizaje, pues confunden letras, sílabas y sonidos; y esto les supone un reto para escribir, leer, comprender y expresarse. Hasta un 40% del fracaso escolar es debido a la dislexia. Una vez diagnosticada, existen herramientas y ejercicios para llevar una vida normal. Cuanto antes se diagnostique, más se podrán evitar los problemas derivados como el fracaso escolar o problemas conductuales.
Las manifestaciones de la dislexia son diferentes según la edad. Te recomendamos que estés atento/a y lleves un registro de estas manifestaciones para cuando llegue el momento de hablar con los profesionales. No todos los niños manifiestan todos los síntomas, pero es importante observar si se presentan varios de ellos y, sobre todo, si existe algún problema de adaptación.
Sospecho que mi hijo puede tener dislexia. ¿Cuáles son los primeros pasos que tengo que dar?
Contactar con el profesor, tutor, orientador del colegio. Descartar o identificar la dificultad de aprendizaje que pueda presentar, analizando las diferencias o dificultades que se presentan en el colegio y en casa. En caso de tener sospechas de que pueda tener dislexia acudir a un especialista.
¿Dónde lo pueden diagnosticar?
Un logopeda o psicólogo colegiado puede realizar el diagnóstico que resultará fundamental para que a tu hijo se le realicen las adecuaciones necesarias.
Hay tratamiento para la dislexia? ¿Dónde recibe el tratamiento?
La dislexia no se cura, pero eso no quiere decir que no se pueda tratar para minimizar en la medida de lo posible sus efectos sobre nuestros hijos. El encargado de tratarla es un logopeda especializado en dislexia.